La rebelión comunista ante el fantasma de reeditar una “Nueva Mayoría” y el malestar que se extiende en Apruebo Dignidad

Son tiempos oscuros para el PC, cuyas deliberaciones internas aún no han terminado. Anoche se reunió la comisión política del partido (instancia equivalente a las mesas directivas de otras tiendas), donde la derrota en el plebiscito y el accidentado cambio de gabinete fueron parte de la conversación.

Sin embargo, debido a la hora, la dirigencia comunista dejó en pausa el encuentro para retomar este jueves el análisis de los últimos acontecimientos.

En medio de ese proceso de deliberaciones, esta mañana el senador PC, Daniel Núñez –una de las voces de mayor peso en la colectividad por su cercanía con el presidente de la tienda, Guillermo Teillier-, anticipó un malestar.

Si esta coalición dice ‘en realidad estamos contentos con este modelo’, por favor, nosotros ahí tomamos nuestras cositas y nos vamos a la otra vereda”, dijo Núñez en Radio Pauta.

Aunque la frase no estaba visada por la directiva, pues ponía en duda la continuidad del PC en el gobierno de Gabriel Boric, sinceraba un ruido de fondo que hay en la colectividad, que hoy está tensionada por varios factores, entre ellos, el proceso de sucesión interna de Teillier.

Además hay una irritabilidad por la derrota en el pasado plebiscito, donde algunos comunistas creen que faltó compromiso de las bases del PS, del PPD y el Partido Radical (Socialismo Democrático) para tratar de salvar la propuesta de la Convención Constitucional. Por ello, el cambio de gabinete decretado por el Presidente Boric solo añadió más desazón.

Si bien hasta el mediodía de ayer, la llegada de Nicolás Cataldo (PC) a la Subsecretaría del Interior era una noticia celebrada en las filas comunistas, la decisión de revertir su nombramiento significó un golpe gratuito, más aún porque el gobierno terminó cediendo a las presiones de la derecha y de sectores de centroizquierda, que salieron en bloque a cuestionar sus antiguos tuits contra Carabineros. Así, el sentimiento es que la derecha impuso un veto y, de alguna manera, estableció un techo psicológico respecto a los cargos en que pueden o no estar los comunistas.

Además la salida desde el Ministerio de Ciencias de Flavio Salazar (PC), la llegada como ministras de Carolina Tohá (PPD) y Ana Lya Uriarte (PS), ambas exsecretarias de Estado en las administraciones de la Concertación y el posible arribo de Gabriel Gaspar (PS) a la subsecretaría de Defensa, pusieron en estado de alerta al PC.

Para algunos militantes la señal revivió el fantasma del giro hacia el centro que dio el segundo gobierno de Michelle Bachelet, que tras la crisis política de 2015, asumió la consigna de “realismo sin renuncia” como una forma de moderar el programa gubernamental de la Nueva Mayoría, coalición de la que el PC fue parte, junto a la DC, el PS, el PPD y los radicales.

De ahí la advertencia severa de Núñez, cuyas palabras -independientemente de las formas- tuvieron eco en algunos legisladores comunistas consultados esta mañana por La Tercera. No obstante, también otros personeros del PC tuvieron matices o bien salieron a moderar el tono empleado por Núñez.

“No voy a calificar lo que diga un compañero, pero pone en el centro algo importante, el cumplimiento de programa. Es fundamental. Vamos a poner todos los esfuerzos para que así sea. Si no ocurre, vamos a impulsarlo con la organización social”, comentó la diputada comunista Lorena Pizarro.

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