Eduardo Cerna, el viejo conocido de Tohá que se quedó con el cargo director de la PDI

Fue una decisión que tomaron entre el Presidente Gabriel Boric y la ministra del Interior, Carolina Tohá. Nadie más.

En ese espacio fue que se zanjó quién sería el nuevo director general de la PDI, tras la renuncia de Sergio Muñoz, exjefe policial imputado de haber filtrado información de causas judiciales en curso al abogado Luis Hermosilla.

La elección de sucesor no estaba fácil, pues tanto Muñoz, como su antecesor, Héctor Espinosa (2015-2021), no salieron bien de la PDI. Si bien Espinosa terminó todo su mandato, lo hizo en medio de una investigación que la Fiscalía llevaba en su contra por los delitos de lavado de activos y malversación de fondos públicos, a través de la supuesta sustracción de gastos reservados.

Por lo mismo, La Moneda practicó una intensa “prueba de la blancura” sobre las ocho antigüedades que optaban a liderar la institución por los próximos seis años. Hasta ayer en la mañana eran tres los nombres que más sonaban al interior de la PDI y el gobierno: Claudio González, el primero tras el cargo de director; Lautaro Arias, segundo en el mando; y Paulo Contreras, número siete.

Sin embargo, este último se perfilaba como “favorito”, pues al ser jefe Nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado, tenía una relación casi diaria con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, y otras autoridades, pues participaba de reuniones operativas y de trabajo con el gobierno. Además, al tener conocimiento en materia de crimen organizado, calzaba con las pretensiones del gobierno para fortalecer la agenda de seguridad.

Pero, había otro factor que le restaba puntos: estar en el número siete del mando, y subir a director, significaba remover a los otros seis inspectores generales. Era prácticamente descabezar la dirección de la PDI.

El otro que sumaba puntos era Arias. Era el subdirector de Investigación Policial y Criminalística, su ascenso no significaba mover muchas piezas y tenía un perfil operativo. Pero, tampoco prosperó.

Pasadas las 13.30 de la tarde de ayer, sin embargo, se comenzó a escuchar el nombre de Cerna. En conversaciones informales se mencionó su opción con algunos parlamentarios de oposición y el oficialismo, lo que generó ciertas dudas, porque no aparecía en ninguna de las opciones de favorito, además de tener un cargo más administrativo que operativo. El detective era subdirector de Administración, Logística e Innovación.

Es que el ahora jefe policial no tenía un corte operativo. No participaba de reuniones con autoridades, ni menos en puntos de prensa donde se publicitaban los grandes operativos de la PDI. Aunque tenía otra cosa que el resto no: la confianza de la ministra Tohá.

Fuente: La Tercera